- SUMARIO:
- REVISTA DE EXPERIENCIAS CLÍNICAS Y NEUROCIENCIAS
- Unidad de Addenbrooke's Cognitive Examination versión en español en pacientes peruanos con enfermedad de Alzheimer y demencia frontotemporal
Nilton Custodio, David Lira, Rosa Montesinos, Ezequiel Gleichgerrcht, Facundo Manes Leer Resumen
- Manía epiléptica
Cyntia Dunovits, Melina Levy Leer Resumen
- Evaluación de características psicométricas de la versión argentina de la Hare Psychopathy Checklist: Youth Version
Alejandra Gutierrez, Renata Wiese, Jorge Castillo, Jorge O. Folino Leer Resumen
- Dossier: “LA VIGENCIA DE LA OBRA DE C. G. JUNG” Leer Resumen
- El enfoque terapéutico junguiano. Planteo general y métodos
Néstor E. Costa Leer Resumen
- La importancia de la Transferencia en la clínica junguiana
Irene Alejandra Scotillo Leer Resumen
- La depresión. Una patología simbólico-arquetípica
Alicia Onofri Leer Resumen
- Carl Gustav Jung, el mito de un hombre
Julieta Loza Leer Resumen
- Ensayo sobre el mito de Edipo
Néstor E. Costa Leer Resumen
- El espíritu del arte habita en la escencia poética: de C. G. Jung a M. Heidegger
Jorge D. Montironi Leer Resumen
- EL RESCATE Y LA MEMORIA
- Acerca de Psicología de la Demencia Precoz
Norberto Aldo Conti
- Psicología de la Demencia Precoz (1907) Capítulo II. El complejo de tonalidad emocional y sus efectos generales sobre la psiquis
Carl Gustav Jung
- EDITORIAL
Recientemente la revista The Lancet emitió un comunicado de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana (APA) destacando un constante descenso en el reclutamiento de estudiantes de medicina en la especialidad, en un momento en que el número de psiquiatras en ejercicio de la profesión está disminuyendo en los Estados Unidos. Por su lado, Tom Brown, Secretario Adjunto de Reclutamiento del Royal College of Psychiatrists (RCPsych) del el Reino Unido, considera la crisis de identidad que está atravesando la psiquiatría como un problema internacional que se debe a motivos profundos. En ese mismo artículo de The Lancet, Brown exhumó los manidos argumentos: “Las percepciones comunes dentro de la profesión médica incluyen que la psiquiatría no es suficientemente científica, está muy distante del resto de la medicina, con frecuencia es vista en forma negativa por otros profesionales de la medicina, y es una especialidad muy a menudo caracterizada por las difíciles relaciones médico-paciente, los limitados índices de éxito de las intervenciones terapéuticas, los estudiantes se ven atraídos hacia las neurociencias clínicas y no es tan lucrativa como otras especialidades”. A continuación se preguntan: ¿qué tipo de terapia necesita la psiquiatría? El RCPsych recomienda una campaña concertada a fin de promover la especialidad, no sólo para los estudiantes de medicina y médicos en su etapa inicial, sino incluso para los alumnos cursando los últimos años del secundario. Como remedio para convocar vocaciones recomiendan que los enfoques basados en la evidencia deben ser esenciales para los psiquiatras y los miembros no clínicos de cualquier equipo de salud mental. La prueba de que los pacientes psiquiátricos tienen una salud general más pobre que la población en general debería asegurar que la psiquiatría esté fuertemente ligada a otras especialidades médicas. Pero más importante aún -dice- “es hora de que la especialidad deje de desvalorizarse debido a su accidentada historia de asilos mentales y pseudociencia, y se vuelva a alinear como una especialidad biomédica clave en el corazón de la salud mental”.
Además de señalar que en nuestro país tal fenómeno vocacional no se presenta: las vacantes -salvo alguna excepción regional- de médicos residentes y alumnos de cursos de especialista en psiquiatría, se ocupan completamente y garantizan un crecimiento normal de la cantidad de psiquiatras necesarios en la Argentina; debemos subrayar que lo que los autores del artículo de The Lancet no advierten es que lo que aleja de la psiquiatría, que ellos proponen, a sus estudiantes de medicina más interesados por el contacto humano, la relación médico-paciente y el encuentro subjetivo con el enfermo mental en su entorno social, es, justamente, el reduccionismo biológico y el llamado a la cientificidad “dura”, por el que claman. Al igual que la insistencia en las recetas neoliberales como remedio para la economía europea, que la hunden irremediablemente en una crisis mayor, la cerrazón intelectual a valorizar la clínica y la psicopatología, a reconocer la necesidad de trabajar en esos ejes y no internarse más en el callejón sin salida de la neurobiología reduccionista para explicar la conducta humana, será, para quienes pretenden renovar y expandir la audiencia de nuestra especialidad, un “remedio” peor que la “enfermedad” que los preocupa. El camino debe ser hacia la integración de los conocimientos surgidos de las neurociencias con el vasto e incorrectamente desvalorizado campo de la psicopatología. Volver a la clínica, renovar los conceptos psicodinámicos, revisar los supuestos básicos de los programas de investigación en psicofarmacología, reintroducir la dimensión social en la psiquiatría, transformar sus instituciones asilares remanentes. Esas pueden ser recetas más efectivas para los problemas de la psiquiatría en su versión anglosajona y sus epígonos de otros países.
Juan Carlos Stagnaro
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